miércoles, 15 de junio de 2011

Cubismo


El cubismo fue un movimiento artístico desarrollado entre 1907 y 1914, nacido en Francia y encabezado por Pablo Picasso, Georges Braque y Juan Gris. Es una tendencia esencial pues da pie al resto de las vanguardias europeas del siglo XX. No se trata de un ismo más, sino de la ruptura definitiva con la pintura tradicional.

Pablo Ruiz Picasso conocido como Pablo Picasso, fue un pintor y escultor español, creador, junto con Georges Braque y Juan Gris, del movimiento cubista.

Considerado uno de los mayores artistas del siglo XX, participó desde la génesis de muchos movimientos artísticos que se propagaron por el mundo y ejercieron una gran influencia en otros grandes artistas de su tiempo. Incansable y prolífico, pintó más de dos mil obras actualmente presentes en museos y colecciones de toda Europa y del mundo. Además, abordó otros géneros como el dibujo, el grabado, la ilustración de libros, la escultura, la cerámica y el diseño de escenografía y vestuario (para montajes teatrales).

Futurismo



El futurismo surgió en Milán, Italia, impulsado por Filippo Tomasso Marinetti. Este movimiento buscaba romper con la tradición, el pasado y los signos convencionales de la historia del arte.

Rechazaba la estética tradicional e intentó ensalzar la vida contemporánea, basándose en sus dos temas dominantes: la máquina y el movimiento. Se recurría, de este modo, a cualquier medio expresivo capaz de crear un verdadero arte de acción, con el propósito de rejuvenecer y construir de nuevo la faz del mundo. El poeta italiano Filippo Tomasso Marinetti recopiló y publicó los principios del futurismo en el manifiesto de 1909. Se caracterizó por el intento de captar la sensación de movimiento. Para ello superpuso acciones consecutivas, una especie de fotografía estroboscopia o una serie de fotografías tomadas a gran velocidad e impresas en un solo plano. Aunque el futurismo tuvo una corta existencia, aproximadamente hasta 1944 -acabado con la muerte de Marinetti- su influencia se aprecia en las obras de autores canónicos como Marcel Duchamp ,Fernand Léger

Giacomo Balla pintor y escultor italiano, uno de los fundadores del movimiento futurista. Estudió en la escuela nocturna de dibujo de Turín. Más tarde se traslada a Roma, trabajando con éxito como retratista. Adopta la disolución de lo visible en puntos de color. Es también partidario de ideas anarquistas como algunos puntillistas como Pizarro. Utiliza la técnica puntillista para pintar temas del futurismo: la dinámica y la velocidad.

Balla se encontraba entre estos artistas futuristas preocupados por retratar el movimiento. Pero a diferencia de los otros futuristas, no se interesó por la máquina ni por la violencia, y sus obras tienden hacia el lirismo y la gracia. Esta Niña corriendo, con las múltiples impresiones de su cuerpo y entre la barandilla del balcón, transmiten movimiento de una manera que más tarde llegará a ser convencional en el cómic.

Pop Art.



El Arte Pop fue un importante movimiento artístico del siglo XX que se caracteriza por el empleo de imágenes de la cultura popular tomadas de los medios de comunicación, tales como anuncios publicitarios. El arte pop, utiliza imágenes populares en oposición a la elitista cultura existente.

Jasper Johns es un pintor, escultor y artista gráfico estadounidense que ha integrado a su expresión pictórica una serie de elementos del art pop. Estudió en la universidad de Carolina del Sur entre 1947 y 1948, para después trasladarse a la Parsons School of Desings de Nueva York en 1949. Allí conoció a Robert Rauschenberg, Merce Cunningham y John Cage, con los que comenzó a desarrollar su obra. Entre 1952 y 1953 estuvo destinado en Sendai, Japón, durante la guerra de Corea.

En 1951 empezó a pintar obras que se centraban en temas como banderas estadounidenses. Pintaba con objetividad y precisión, aplicando gruesas capas de Pintura de modo que el propio cuadro se convirtiera en un objeto y no sólo en la reproducción de objetos reconocibles. Esta idea se convirtió en una poderosa influencia, bastante fuerte, en la escultura y la pintura. En algunos cuadros Johns añadía objetos reales sobre el lienzo, como reglas, compases, entre otros.

La bandera de Johns ponía en evidencia que las obras de arte no son ni abstractas ni figurativas, son signos en medio de la sociedad de la imagen y, como tales, operan dentro de un sistema de referencias convencional y trufado de intereses. El gesto es una figura retórica, la espontaneidad un guiño, la inconsciencia una cita...
En efecto, a principios de los 50 el expresionismo abstracto se había convertido en la bandera cultural de unos EE.UU. que finalmente, había conseguido alcanzar en el terreno de la cultura la posición de privilegio de la que ya gozaban en los ámbitos militar y económico. Durante siglos los pintores pintaban para aprender a pintar, y realizaban sus obras cumbre una vez que alcanzaban la maestría artesanal. Una bandera americana se puede repetir, pero no mejorar, resolverla con una factura más alambicada no haría más que hacerle perder fuerza al gesto inicial. La ‘estética de guerrilla’, que asesta golpes certeros en las líneas de suministro ideológico, requiere de nuevas ocurrencias o cae en la repetición. Johns reiteró su denuncia de la connivencia entre la abstracción y el sistema mediante dianas, mapas, números… que dejaban, si cabe, más en evidencia, las relaciones del expresionismo abstracto con sus objetivos, el territorio de los EE.UU., o su lógica cuantitativa. Pero las grandes ideas son escasas y el éxito prematuro condena a la repetición: al reiterar sus banderas Johns dio un paso más en su desconstrucción de la nueva semiótica del simulacro: en la sociedad del espectáculo el signo ya no significa su relación con el significado sino su capacidad de ocupar el primer plano de un mundo superficial, algo que, como ya sabían los publicistas, sólo se logra mediante la reiteración de un mensaje que se confunde con el medio como este se confunde con el fin. Había nacido el Pop.